Primer día en el gimnasio.

El primer día, quedamos a las 9 de la mañana con Jose (el dueño) en el gimnasio, el cual nos queda a 11 km de nuestra residencia.

Peeero... se nos complico un poco más de lo que esperábamos el camino de ida, ya que por protocolo covid, solamente puedes entrar en el autobús por la última puerta, pues nosotros entramos por la primera y el conductor intento decirnos que por ahí no era la entrada al bus de una manera un poco alterada. Nosotros, sin saber a lo que él se refería, entre risas pasamos igualmente. (Desquiciando italianos nada más llegar!!). Ah! y tampoco pagamos porque no sabíamos dónde se pagaba. 

Llegamos al gimnasio y Jose nos recibió muy amablemente, enseñándonos las instalaciones y tratándonos desde el primer día  con mucho cariño. 

Bueno... cariño lo que se dice cariño... participamos en una de sus clases de funcional y de GAP (aquí llamado GAG, ya que a las piernas se les llama gambas🤣) y las agujetas que teníamos al día siguiente la verdad que no hacían ninguna gracia...